Qué es un ejecutivo C-level
El C-level, también conocido como C-suite, describe a los ejecutivos de alto rango dentro de una organización y/o empresa. La letra C, en este contexto, se refiera a “chief” – en español “jefe”. Los managers que ocupan puestos de C-level, generalmente, se consideran los miembros más poderosos e influyentes de una organización, ya que, establecen la estrategia de la empresa, toman decisiones de mayor importancia y se aseguran de que las operaciones del día a día se alineen con el cumplimiento de los objetivos estratégicos de la empresa.
Qué puestos forman el C-level
Metodología de Venta al C-level
En el artículo sobre la Venta Consultiva hemos hablado sobre los diferentes interlocutores que influyen al proceso de compra en B2B.
A continuación te enseñamos cómo es el proceso que recomendamos realizar para llegar a conseguir una relación estable, sostenible y duradera con el cliente.
Todo ello lo haremos en ocho pasos.
1. Por qué
Por otra parte, sabemos que hay buenos interlocutores en la empresa que están directamente involucrados en la toma de decisión a la hora de comprar un producto o servicio del entorno profesional.
2. Dedicación
No olvidemos que ninguno de los interlocutores va a estar interesado en nosotros, ni en nuestra empresa o nuestro producto. Ellos están preocupados fundamentalmente por sus problemas, necesidades y objetivos que tienen que cumplir. Por tanto, no insistamos en un modelo producto céntrico, sino focalizamos en el cliente.

Según los estudios realizados, ésta es la comparativa del tiempo que destina el nivel de dirección de un cliente a cada actividad y función en relación al proceso de compra.
3. Posicionamiento y expectativas

Y en cuanto a las expectativas, resulta muy similar, aunque aquí se mezcla la relación profesional con lo personal. Por tanto, tenemos que ir desarrollando la relación en estos dos ejes para conseguir un equilibrio que nos permita estar alineados en términos de relación.

4. Acceso al nivel directivo
5. Preparación de la reunión
El quinto aspecto del proceso tiene que ver con la reunión que tenemos que preparar con el cliente. Este es un paso crítico de la metodología, pues nos jugamos mucho. Para ello os recomendamos una serie de consideraciones que debemos tener en cuenta previamente. En primer lugar, aprender de todo lo relacionado con tu cliente, con su empresa y con su entorno. Tenemos que entender y formar parte de esta dinámica. En segundo lugar, anticiparnos a los clientes viendo las tendencias que en el sector y preparar propuestas que puedan ayudarle a medio y largo plazo.
Aquí te dejamos un ejemplo del checklist de algunos puntos que tenemos que preparar y saber antes de la reunión:

- ¿Tenemos la información correcta y completa? (empresa y persona)
- ¿Entendemos el contexto?
- ¿Conocemos sus problemas y necesidades?
- ¿Tenemos claros sus retos y objetivos?
- ¿Conocemos su agenda?
- ¿Sabemos su estrategia de empresa?
- ¿Están las expectativas alineadas?
- ¿Cuál es su percepción sobre nuestra empresa y sobre mí?
6. Establecer credibilidad
Insistimos, por otra parte, no anticipar en estos momentos ningún tipo de solución. Dejemos que se expresen y escuchemos de manera sistemática sus planteamientos. Por último, no podemos olvidar el valor que vamos a aportar a este cliente, pues nos preguntará por nuestra diferenciación y por lo que pretendemos añadir con respectos a otros del mercado.
7. Crear valor
Hablando de valor, si pretendemos conseguir un alto grado de diferenciación, decimos que tenemos que crearlo tres veces.
Primero, cuando lo trabajamos en el proceso de hipótesis de la propuesta.
Después, desarrollamos la propuesta de valor que va adaptada y personalizada a sus decisiones, a sus necesidades.
Y por último, cuando entregamos la solución y demostramos que se genera este beneficio.
8. Relación duradera
La lealtad con el cliente sólo se consigue construyendo y alimentando la relación. Y esto lo tenemos que hacer desde el primer contacto con el cliente, ya sea desde que buscamos información, cuando tenemos la primera reunión de contacto, cuando trabajamos con los diferentes tipos de interlocutores, hasta cuando lo requiere el cliente.
Tenemos que buscar de manera sistemática una relación de alto nivel, de alto impacto que haga que nuestro cliente piense en nosotros a nivel estratégico. Es ahí donde se producen la mayor parte de oportunidades para poder ayudarle desarrollando un proyecto importante, recurrente y a largo plazo.